DESTERRAR EL MACHISMO.
El PSOE ha descubierto súbitamente que el voto de las mujeres es decisivo; se ha caído del caballo como San Pablo y defiende con pasión del converso el feminismo. Hasta ahora las consideraba floreros para decorar y desarrollar trabajos mal retribuidos o domésticos gratuitos, pero imprescindibles, ocultando el machismo que ha sido el fundamento del sistema social imperante. De esta realidad se han percatado también los poderes fácticos, como la Iglesia, el ejército, la banca…, pues han asumido que es el modo de supervivir ante la presión social de más de la mitad del género humano que defiende la superioridad del género femenino . Pero ficticio, pues se trata de adaptar lo necesario para que todo siga igual. Hasta ahora han sido consideradas los mulos anónimos de carga de la economía doméstica, pero en poco tiempo se han convertido en mayoría en muchas profesiones hasta ahora masculinizadas: la medicina, la abogacía, la informática, la investigación científica y un largo etcétera. No obstante, aun falta mucho para que esa lacra desaparezca. Y aun habrá que aceptar espectáculos grotescos como el humillante del presidente de la FEF, Rubiales, robando un beso en público a una futbolista y escuchar avergonzados sus argumentos en descargo .Hay que desterrar el machismo de la supuesta superioridad y no sólo en los deportes, sino que cada género debe aportar sus características propias en la relación equilibrada y pacífica hombre-mujer , sin competencias ni dominio. El signo más repugnante se expresa con crueldad en los asesinatos de mujeres a manos de sus “machos” porque ellas se niegan a convivir con quien han dejado de amar a consecuencia de humillaciones y maltratos. No es sólo un vil asesinato, sino que se alaba como una virtud ese dominio desde la familia, la escuela, la universidad y en la actividad social y laboral, con la indiferencia cuando no provocación de los medios de comunicación y organismos públicos que van difundiendo en la sociedad una filosofía que perpetúa el rol humillante de la mujer que se transmite a hijos e hijas y quedaban cosas de culmina cuando una mujer es asesinada y el ayuntamiento convoca una concentración silenciosa. Mientras, la policía sigue la pista del asesino, cuando debería de prevenirlo.
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