LOS FRUTOS DE LA DESCOLONIZACIÓN
Hace sólo medio siglo se inició la descolonización y las metrópolis se tomaron a broma que era el fin del dominio blanco sobre sus colonias. Pero el proceso ya está afectando a EEUU y a Europa en forma de crisis sostenida a los explotadores voraces y a sus clases trabajadoras, pues las excolonias están creciendo a ritmos fuera de toda competencia como es el caso de los BRICS. El liberalismo tras la Segunda Guerra Mundial prometía garantizar la prosperidad de la ciudadanía. Pero el optimismo empezó a fallar por el movimiento de descolonización que ponía en duda la eficacia de la democracia liberal y su descrédito cuando han aparecido “orates” como Trump. Biden , Boris Johnson, Putin entre otras “joyas” que averguenzan al género humano. De otra parte, la guerra fría que ha terminado en “guerra caliente”, entre Rusia y los yankis, la UE y la OTAN, su máquina de guerrara. .No se pueden ignorar la aventura de Rusia en Ukrania. la “valiente huida” yanki de Afganistan, las invasiones de Corea y Vietnam y las heroicas gestas de Francia en Indochina, Argelia y el Sahel. Ahora patrocina a las satrapías del petróleo y a Israel le designa su virrey en el Mediterraneo, el centro de control del petróleo mundial. Con el decrépito Biden rodando por los suelos temiendo que se repita otro desafío como el de Twin Towers. Las metrópolis no tienen solución para sus crisis económicas al carecer de los productos de sus excolonias a precios impuestos. Además de las crisis sociales porque las colonias liberadas no son sumisas y compiten en los sacrosantos mercados de sus metrópolis y en lo social y justicia en los foros mundiales con sus antiguos amos y en las finanzas aun son dirigidos por C. Lagard, Von Leyen o de Guindos. Aunque se refugian en paraisos fiscales en Suiza o Panamá. China, sin embargo, aporta prudencia, pues se ha convertido en la fábrica del mundo y ya acumula el 50% de las divisas del mundo. Mientras, el Norte Atlantico pierde protagonismo que pasa al Indo Pacífico porque EEUU pierde su hegemonía imperial, pues los BRICS engloban a más del 50% de la población mundial y los laboriosos países de Extremo Oriente son los líderes de la tecnología que estuvo en manos de las metrópolis y que al perder sus colonias tienen que mendigarles a pesar de su humillante trato cundo fueron sus colonias. Son lecciones que los países redimidos ofrecen gratis a sus antiguos imperios.
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