ENEMIGOS DE LOS VASCOS
Seguramente la mayoría de los vascos desconocen que gran parte de los próceres vascos que son honrados con monumentos y avenida en nuestros pueblos son realmente enemigos acérrimos de la causa vasca que es el derecho a la autodeterminación como nación. Y no es sólo lo que se derivó de las derrotas que sufrimos en las Guerras Carlistas, el golpe de estado del 36, la dictadura franquista y la Transición que tanto dolor nos han causado. Históricamente Francia, España y otras potencias han buscado invadir esta nación que posee el euskara, una joya universal y los invasores han minimizado la historia y el arte vasco, tratando de ser ignorados en todos los sentidos. En realidad todas las dinastías europeas que han reinado en España, a pesar de sus limitaciones intelectuales y patrióticas han sido estimuladas para dominar a los vascos: el rey Fernando el Católico- qué ironía- se valió de la infamia para engañar al Papa Julio II para concederle el “derecho a conquistar Navarra”. Diversos reyes incumplieron el juramento de los fueros vascos que en aquella época fueron ejemplo de respeto a los principios del derecho. Se ha potenciando económicamente a los vascos colaboracionistas de los invasores y se ha ignorado y menospreciado a los patriotas que han trabajado y apoyado el desarrollo intelectual, industrial y económico del pueblo vasco. Los virreyes, corregidores y nobleza de toda laya nombrados por las metrópolis han gozado de testimonios y monumentos que en cualquier ciudad vasca son los nombres de las personalidades representantes de España o Francia. El fundador de Bilbao y Señor de Vizcaya , Diego Lopez de Haro, tiene dedicada la Gran Vía y la Plaza Borobila, Los reyes otorgaron privilegios de todas clases, pero siempre en beneficio de las monarquía y su nobleza y en perjuicio de los vascos que desde muy antiguo tenían conciencia de su identidad como pueblo diferente y de alguna forma fueron los antecesores de quienes hoy se consideran abertzales. Ciertamente cada vez está más integrado y subsumido en la gestión de los estados español y francés, pero también va creciendo la conciencia de constituir una patria con sus derechos históricos inalienables a pesar de la presión asfixiante en todos los órdenes de las metrópolis de París y Madrid y la de los organismos supranacionales en los que participan ambos estados para domar a los vascos. “Un pueblo con conciencia de su identidad es indestructible” José Martí.
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