LA EPICA DEL DEPORTE VASCO
En el partido semifinal del actual campeonato de mano por parejas se ha producido un acontecimiento lleno de dramatismo que es imagen de la dignidad y espíritu deportivo del pueblo vasco , una más que es motivo para sentirse orgulloso de su historia y gozar del derecho a su dignidad. El nivel del partido fue digno de los contendientes que entusiasmaron al público por su calidad y competitividad, hasta que llegando a los tantos finales, uno de los pelotaris se rompió literalmente y tuvo que suspenderse el partido por más que doliera a los espectadores y a los contendientes porque el esfuerzo no tuviera resultado a pesar de que los médicos intentaron por dos veces recuperar al lesionado, quien apareció en la tele con gestos de dolor y entre lágrimas por la pena que le produjo no poder competir en buena lid hasta el final. La Organización consideró vencedora la pareja disponible para continuar el juego y declarada finalista del campeonato, a pesar de que la pareja del lesionado iba ganando. Lo que sería en condiciones normales motivo de satisfacción para los ganadores se transformó en decepción, pues en declaraciones posteriores lamentaron llegar a la final a costa del infortunio de los contrarios. Además, prometieron al lesionado que si ganaban la final le dedicarían la “Txapela” y emocionado agradeció el detalle que es una muestra más del fairplay característico del pueblo vasco en todos los órdenes de la vida y es palpable en todos los deportes y competiciones por el respeto entre los contendientes, a pesar de que en todos los juegos además de la agudeza, su práctica requiere unas condiciones físicas que son la expresión del carácter del pueblo vasco que caracteriza los éxitos y la originalidad de sus deportes. Esa reciedumbre la expresa de múltiples formas, y es significativa cuando tienen que pasar por acontecimientos dolorosos que humanizan su idiosincrasia. Aurrera, Tolosa!!
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