EL PAPA FRANCISCO PIDE PERDON .
El título de un artículo ya es expresivo: “¿El Papa es tonto?” Hace referencia a la petición de perdón del Papa Francisco en el 200 aniversario de la independencia de Mejico y que ha sido respondida por la caverna con su delicadeza proverbial: “El papa más ridículo de la historia”, Tenemos un papa tonto” “indigenista y comunista”. Francisco se ha convertido en el enemigo de los poderosos que desde siempre han tomado la doctrina tradicional de la iglesia a lo largo de todos los siglos como soporte ideológico para tergiversar el mensaje evangélico apoyándose en el papado con el que compartían poderes y riquezas y justificando las traiciones al mensaje evangélico con fórmulas caritativas y “sopa boba” que mezclaban la resignación con la ignorancia y la fe para la salvación en la otra vida. Esa filosofía era válida para una sociedad inculta y manipulada con el fetichismo de lo sobrenatural como medio para atraer al pueblo inculto. Tienen razón los que acusan a Francisco de desmontar el imperio de la iglesia mezcla de riqueza, poder, influencia y manipulando la cultura a través de la enseñanza privada financiada con fondos públicos. . Francisco quiere volver a los orígenes de la iglesia, la que se fundamenta en los evangelios. Denuncia sus pecados de los que pide perdón, pues en las encíclicas y sus escritos expresa el cambio de actitud de respeto a quienes denuncian el escándalo las inmatriculaciones y acusan a la iglesia de colaboración con los poderes políticos en guerras y ocultando los silencios del nazismo, fascismo y la colaboración con el régimen franquista y el silencio de los derechos humanos en han abandonado la fe a causa de la contradicción histórica entre la doctrina que se declaraba y la que realmente ha sido su praxis. Ahora los oportunistas huyen del barco, pues ser creyente en esta iglesia de denuncia de Francisco constituye un riesgo. Condena la colaboración con los descubridores de América; con el fascismo, nazismo y los golpistas contra la república en el 36 y la posterior con el franquismo. Denuncia ante los tribunales a los pederastas, se enfrenta a la curia vaticana, renueva las diócesis que son centros de conspiración desde donde se urden los ataques contra Francisco como defensor de los principios evangélicos al que califican en Roma de anticristo y comunista..
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