domingo, 16 de diciembre de 2018

LA CUADRATURA DEL CIRCULO DE ESPAÑA


LA CUADRATURA DEL CIRCULO DE ESPAÑA.
El gobierno español busca descubrir la cuadratura del círculo: quiere que los políticos catalanes enviados a prisión por convocar un referendum de autodeterminación no sean conceptuados presos políticos, para disimular la humillación de que en un estado de la UE existan presos políticos, pues sería argumento para ser denunciados ante el TEDH. Para ello  el gobierno central   envió  los Piolines para  reprimir a los  ciudadanos que decidieron votar. Los jueces y los aparatos de propaganda del estado por más que retuerzan las palabras  no pueden ocultar las sentencias de diversos tribunales  internacionales  que han sentenciado indubitadamente que los presos del  Procés encarcelados en Lledoners tienen todas las características  de presos políticos. Además, que hay políticos catalanes exiliados  por sus convicciones políticas. Es encomiable la insistencia de los jueces del Supremo que se basan en criterios  políticos para negarles el carácter de tales; además las eminencias de la justicia buscan argumentos exotéricos  para negar intenciones políticas a unos políticos que sin violencia convocan un referéndum y los jueces les acusan  de rebelión, lo que presupone el uso de la fuerza para derribar  el orden constitucional.. Como los argumentos de los jueces se agotan y no logran detectar  el mínimo indicio de violencia en la actuación  popular, los medios adictos  que deben guardar la ropa si no quieren que se les ejecuten las deudas fiscales, seguir recibiendo subvenciones oficiales y que los bancos les mantengan vivos y no les ejecuten  sus deudas fallidas, están desarrollando una actividad provocativa frenética  contra todo lo que tenga indicio de  catalán y en las tertulias las situaciones cómicas se suceden  con intervenciones de los comentaristas primeros espadas  que no se sabe si son  programas de humor. Todavía los presos políticos y los exiliados catalanes tendrán que sufrir, pero a los jueces españoles los tribunales europeos  les van rechazando sus extraños principios del derecho. Y los medios de difusión recibiendo el maná para supervivir.


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