FIABILIDAD DE LOS SONDEOS ELECTORALES

FIABILIDAD DE LOS SONDEOS ELECTORALES

Si no fuera por el impacto en la opinión pública que mediatiza la libertad de voto, sería como para tomar a broma a los expertos que predicen los resultados en las elecciones. Su índice de error es tal, que sería más apropiado hablar de “acierto” y , como si se tratara de la lotería o de un  juego de azar y no análisis científico. Lo más gracioso es escuchar los argumentos con los que los expertos justifican los inexplicables errores que  parece ser su objetivo:  confundir al elector indeciso. Además, todas las encuestas tuvieron un índice de aciertos irrisorio: todas predecían el “sorpasso” de Podemos al PSOE. El PP se hundiría a causa del impacto de la corrupción y del “efecto Fernández Díaz” Que Unidos Podemos arrasaría y sería capaz de liderar una alternativa progresista. El resultado en las urnas ha sido precisamente el opuesto de los más prestigiosos analistas: el PP gana 14 escaños, Unidos Podemos ignora qué ha pasado y entra en crisis interna. Ciutadan´s pierde un 20%. Se produce tal desbarajuste, que ni siquiera el PP lo entiende,  cogiéndole desprevenido, pues tenía asumido que pasarían a la oposición. Ahora improvisan inexplicables alternativas de gobierno que fueron consideradas  líneas rojas en la campaña. Es humillante ver a los responsables del PP suplicar  al PSOE  formar una Grosse Koalition con ellos. A un PSOE que no debe haber entendido que está en caída libre y los barones alardean de que no han sido fagocitados por el “sorpasso” de Iglesias. Este caos es provocado por confiar en las encuestas encargadas a “expertos” en prospectiva y que no acaban de entender que las reacciones de la mente humana no puede someterse a sistemas operativos matemáticos, como pretenden en un alarde  de apariencia de  objetividad. Es un axioma que los resultados previsibles se sirven a la carta: las ganan los que las encargan y pagan. Así de superficiales son los políticos que pretenden dar sensación de confianza, seriedad y solvencia. Y no es un problema exclusivamente español: en la envidiable Inglaterra, el resultado del referéndum sobre el BREXIT ha resultado lo que nadie por lo visto deseaba. Los errores en los sondeos se lleva por delante a Cameron, huyen los payasos que buscaban protagonismo manipulando a un pueblo  considerado entre los más avanzados en convicciones democráticas. Y el caos económico previsible con certeza.